Aguas Andinas propone que cobro de la cuenta del agua sea diferenciado por el nivel de consumo
En un marco en el cual afina una batería de proyectos enfocados en el reúso de agua, la compañía pone sobre la mesa una modernización del marco regulatorio actual.
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Marta Colet ha debido sortear diversos flancos en su primer año al mando de la gerencia general de Aguas Andinas. Entre los principales desafíos destacan la mantención de los servicios de agua potable en la capital durante estos meses de estallido social , y un escenario país donde la sequía gana cada vez más terreno.
A modo de ejemplo, la ejecutiva cuenta que 2019 fue el año más seco en 200 años de historia, con una baja de 90% de las lluvias respecto de un año normal, lo que sitúa a Chile en un nivel hídrico comparable al de países como Arabia Saudita.
Completa este cuadro exigente la crisis de la filial Essal por el episodio de desbastecimiento en la ciudad de Osorno, que la obligó a prestar un intenso apoyo desde Santiago.
En ese contexto, la mayor sanitaria del país –cuya cobertura bordea los dos millones de clientes en la Región Metropolitana- está enfocada en intensificar sus líneas de acción para hacer frente a problemas como la dificultad de acceso a fuentes alternativas de extracción de agua y la disminución de pérdidas en las redes.
Actualmente, Aguas Andinas está desplegando un plan por US$ 500 millones que incluye la construcción de nueva infraestructura para aumentar la producción de agua potable e incrementar la autonomía de la ciudad frente a eventos de emergencia hídrica y la sequía extrema; así como el desarrollo de nuevas fuentes de extracción y la eficiencia hidráulica.
El último hito tuvo lugar ayer con la inauguración del centro de control operativo de la red para aumentar la eficiencia de la gestión del recurso. Esfuerzos basados en diagnósticos como un nivel de fuga de aguas que en el caso de la firma alcanza a 28,7% -mientras a nivel nacional es de 30%- y cuyo objetivo es reducirlo a 22%, dice Colet, para lo que el uso de tecnología de punta será clave.
Al conjunto de acciones en curso, la ejecutiva señala que la compañía está desarrollando una serie de nuevos proyectos cuyo foco está la reutilización de aguas, plan con el que buscan profundizar la estrategia para asegurar el suministro de agua para Santiago y que se encuentran afinando para presentar cuanto antes a las autoridades. “Aquí lo importante, es que la sequía en la Región Metropolitana tiene solución”, enfatiza.
-¿Es suficiente ese salto en tecnología, gestión e inversión en el duro escenario de sequía actual?
-El cambio climático y todas las consecuencias se están expresando de una forma bien extrema y muy rápida. Por lo tanto, es importante que nos adaptemos y que reaccionemos. Es fundamental que estas soluciones se puedan implementar, que el marco regulatorio que ustedes conocen -que está en revisión- y se haga cargo de los retos que tiene la industria, porque no es una cuestión de tecnología sino que es algo que afecta a la sociedad.
-¿De qué manera se debe perfeccionar la regulación del sector?
-Es muy importante que la regulación se haga cargo y que, al final permita y otorgue los incentivos adecuados para que estas inversiones se junten, para que se actualice toda la regulación para esos nuevos usos del agua regenerada.
- ¿La idea es que los proyectos en los que están trabajando se puedan concretar en el próximo proceso tarifario 2020-2025?
-Todos estos proyectos nuevos ahora se están desarrollando, y deberán, de acuerdo a la regulación existente, ver de qué forma se consigue una tarificación o existe el retorno adecuado para estas inversiones. Esto es algo en lo que trabajaremos próximamente. La regulación permite que haya un retorno adecuado y además nosotros entendemos que será una oportunidad para poder modernizar las estructuras tarifarias que existen hoy en el país.
-¿De qué manera debe reconocerse este cambio en el esquema tarifario actual?
- Estamos pensando en estructuras de bloques de tramos progresivos que den mensajes de protección del recurso y que permitan al final también incorporar tarifas sociales que permitan desincentivar los consumos más intensivos. Queremos que también sea una oportunidad para actualizar las otras tarifas.
- ¿Cómo concilia esta propuesta el hecho de que más inversiones se reflejan finalmente en un alza de las tarifas?
- Precisamente la tarifa por bloques es un poco la manera de conciliar ambas cosas. Ya que es una tarifa donde hay bloques para unos con un precio más bajo, otro bloque un poquito más alto y el que hace un consumo excesivo se fija un precio mayor. Es como un sistema de precios progresivos e incrementales asociados a un mayor consumo, que finalmente beneficia a familias más vulnerables.
-¿Tienen experiencia en este mecanismo en otros países?
-Efectivamente. Este es un modelo que opera en muchos países donde tenemos experiencia y que ha sido exitoso. Son estructuras que el grupo Suez maneja, que están funcionando en España hace décadas y que están muy orientadas a permitir, por un lado, la existencia de esta tarifa social, pero sobre todo, a incentivar este consumo responsable, que es lo más eficiente para poder conseguir estos resultados. Y son propuestas que se pueden aplicar a Chile.
- ¿De qué manera comunican estas propuestas a la autoridad?
-Son propuestas de compensaciones que la compañía tiene que iniciar con el regulador, que tiene que definir cuál es la estructura tarifaria, y están sujetas a la aprobación de la Superintendencia.
Reforma sanitaria
La modernización del proceso tarifario es uno de los puntos que más ha entrampado la discusión de la Reforma Sanitaria. Al respecto, Colet señala que si bien ve “necesaria” que se haga una actualización de la Ley que ya lleva más de 20 años vigente. Y le preocupa, que esta nueva regulación efectivamente se haga cargo del cambio climático, demanda de transparencia y procesos ciudadanos más participativos.
- ¿Cómo ve la discusión de la reforma en el Congreso?
- Como compañía entendemos que la regulación sanitaria en el país debiera modernizarse y actualizarse. Es una ley que lleva vigente más de 20 años y que primero creo que se debe hacer una evaluación muy positiva de los resultados que ha permitido esa ley en términos de una entrada de una inversión extranjera que es muy importante, que aportó recursos y conocimiento.
Giro estratégico
Cuando se anunció la venta de Essal, la compañía esbozó que la razón para hacerlo era la necesidad de enfocarse y aunar esfuerzos para combatir la crisis hídrica, razón por la cual ampliarían el negocio hacia los servicios medioambientales.
- Específicamente, ¿A qué se refiere con servicios medioambientales?
- Somos especialistas en todo lo que tiene que ver con el uso del recurso agua, es decir, hablamos de servicios medioambientales. Es la gestión del recurso en distintos puntos y para distintos usos. Por tanto, entendemos que hay oportunidades, oportunidades para la gestión de distintos subproductos de todos los procesos de tratamiento y oportunidades en todo aquello que tenga relación con la gestión de recursos naturales que estén relacionados con la protección del medio ambiente. Entendemos que en Chile existen esas oportunidades que nosotros como Aguas Andinas y en un grupo al que pertenecemos, podemos aportar soluciones de gestión avanzadas para distintas industrias.
-En lo concreto, ¿En qué se traduce este nuevo foco estratégico?
- Hoy contamos con filiales especializadas en la gestión de estos recursos o algunas de estas oportunidades para todo lo que tiene que ver con calidad de agua. Agua, aire y suelos son áreas donde las queremos desarrollar. Tenemos otra filial que es especialista en gestión de barriles industriales y queremos ampliar su mirada a la gestión de residuos sólidos. Vamos a muchas más industrias y por ahí nos queremos desarrollar y también contamos con el apoyo del grupo Suez.